Racine Doll, seguimos innovando en el universo de las mantas

¿Y por qué no para muñecas?

Yo no tengo hijas mujeres (por el momento) pero fui niña alguna vez y sé que tener una muñeca favorita es fundamental en la infancia. Allá hace tiempo eran las Peponas, las Barbies, o esas muñecas tamaño real que admito, daban un poco de miedo.

Mientras no tuve hermanos se convirtieron en mi gran compañía y después en mis aliadas. También intenté hacer de trapo, con los ojos pintados con marcador, grandes y chiquitas.

Recordando esto lo que ahora me llama la atención es que ninguna de esas muñecas tenía una manta como yo, para taparse a la noche...es verdad que dormían tal vez conmigo, pero cuando jugábamos, ¿porqué no las abrigaba?

Hoy veo en las hijas de nuestros amigos que el instinto maternal viene desde chiquitas, los cochecitos, las tazas de té, los juegos de la doctora, y también en la forma que miran a los bebés de verdad cuando te las cruzás en la calle...ser mamá y cuidar a los hijos viene en el ADN de todas las mujeres...

Para cuidar entonces a esas muñecas y contribuir a ese instinto innato decidimos hacer Racine Doll, mantas tejidas para ellas. Con el mismo concepto, mantas divertidas y originales, como sus dueñas.

Acá les muestro la primera manta que hicimos (ya vienen más), se llama Matilde, como una de mis sobrinas, que tiene carácter y su presencia no pasa desapercibida!