Nos agarró el frío sin calefacción en casa, así que tuve que usar los recursos disponibles para abrigar a los chicos, especialmente al más chiquito. Mantas ya tiene, por supuesto, así que me puse en campaña para hacerle mis famosas botitas de lana.
Empezar fue fácil...
Y después de muchas interrupciones, idas y venidas, el resultado fue éste:
Me encanta hacer estas cosas, porque además de ser útiles, me gusta que los chicos las compartan conmigo y se diviertan!
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