Puedo decir que esta manta es una combinación de inspiraciones: los colores, su nombre, las técnicas, los materiales. Confirma una vez más lo creativo que es hacer esto y porque me gusta tanto.
Nuestros mejores amigos nos confirmaron que esperaban una mujer y que la iban a llamar Helena. No Elena, sino "Helena", con "H". Enseguida me encargaron una manta para ella. Ya el nombre me traía una primera imagen a la cabeza...la de Grecia, el mar azul, las casas blancas.
Ya tenía los colores elegidos, y como era mujer no podían faltar las flores. Buscando diseños y patrones encontré en una Burda de 1980 heredada de mi abuela las flores hechas con ganchillo de Irlanda. Me gustó, por que mi amiga tiene sus raíces maternas en este país, asi que elegí esa técnica y la usé. Y además busqué la relación entre el crochet e Irlanda. No encontré mucho, salvo que fue una industria casera muy próspera en ese país, y que un pintor francés, William Adolphe Bouguereau, en 1889, retrató a una joven irlandesa tejiendo en crochet.
Con todas estas historias combinadas, surgió la manta y acá esta, disfrutando un poco del sol y el agua como si estuviera en Grecia!
Además de lana, innové un poco y usé género para hacer algunos detalles...
Como aquella mujer mitológica, tan codiciada que hasta provocó una guerra, ojalá esta manta guste mucho, y que para tranquilidad del padre de Helena, en principio solo guste eso. No creo que quiera tener una fila de candidatos desde tan temprano!!
