La aplicación de flores, tallos y hojas en las mantas es un recurso inagotable porque se pueden crear millones de paisajes distintos. Acá les presento dos modelos con aplicaciones y bordados, que nos anuncian que pese a los días fríos, uno siempre puede esperar la primavera.
Manta Dandelion
Con un violeta intenso de fondo, con bordes y tallos verdes (una de las mejores combinaciones de colores para mi gusto) se resaltan estas plantas tan nobles que son los famosos "panaderos" o "dandelions", simples y divertidos cuando uno los sopla o los persigue en el viento.
Manta No me olvides
Esta manta también tiene un segundo nombre, que es Inés, porque gracias a ella descubrí el valor que puede tener una manta para alguien. Por eso el nombre "no me olvides" no solo hace referencia a la inspiración que tuve a la hora de elegir los colores y la forma de las florcitas, sino también por que es una manta que los papas de Inés no se pueden olvidar de llevar a todos lados, para hacerle compañía.
Hecha sobre una base de lana blanca tejida en dos agujas, cada flor y hoja fueron aplicadas a la manta, siguiendo el esquema marcado por los tallos bordados. El borde se hizo con un efecto "volado" todo en crochet.
